Legado Julio Pascual
Fundación Soliss
Nacido en 1879 en Toledo en una familia de tintoreros, Julio Pascual pronto destacó como buen dibujante, accediendo a la Escuela de Artes para formarse, siendo con los años maestro en esta institución en asignaturas tan difíciles como el esmalte.
Considerado el último gran rejero de Europa, heredero directo de las ancestrales técnicas medievales y renacentistas de maestros como Juan Francés, Domingo de Céspedes y Francisco de Villalpando, Pascual fundó en Toledo un prestigioso taller en el que trabajaban junto a él decenas de discípulos y aprendices. Alcanzó fama internacional y su obra está hoy dispersa por todo el mundo, si bien la parte más destacada de su obra está en Toledo. La dimensión de Julio Pascual como artista del hierro fue inmensa, siendo en la actualidad muchos los trabajos que están siendo identificados y que llevan su firma, como por ejemplo todo el trabajo de forja del Mausoleo de su amigo Manuel de Falla en la Catedral de Cádiz y una soberbia reja en la Colegiata de San Isidoro en León cuando este monumento fue restaurado a mediados del siglo XX.
En Toledo su obra está presente en el día a día de la ciudad, desde las soberbias lámparas y faroles de la Estación de Ferrocarril hasta la verja de la Mezquita del Cristo de la Luz, pasando por la mencionada reja de la Capilla Mozárabe de la Catedral o de la Ermita del Valle.
Es recordado y admirado por haber sido capaz de rearmar en tiempo récord la Custodia de Arfe en 1939 tras haber sido desmontada en la guerra civil, por haber rescatado la pequeña escultura del Cristo resucitado del Greco, hecha añicos en el Hospital Tavera en 1936, o por haber restaurado la monumental reja del desaparecido Convento de San Juan de la Penitencia, devorado por las llamas en la guerra civil.
Los que le conocieron hablan de él como una persona genial, humilde y generosa, siempre dispuesto a enseñar y con una pasión por su trabajo y por Toledo fuera de lo común. Fue 48 años académico y 22 años director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, y recibió la Cruz de Alfonso XII y la Encomienda de Alfonso X el Sabio.
Algo más de dos años de trabajo por parte de la prestigiosa restauradora Noemí Sierra han sido necesarios para completar la catalogación y restauración de más de 250 dibujos originales del célebre maestro de forja Julio Pascual que la Fundación Soliss adquirió en 2017.
Los procesos creativos siempre comenzaban con un dibujo a mano de Julio Pascual, realizado como fase inicial imprescindible pero efímera, pues el propio artista solía desechar estos dibujos una vez la pieza de forja era ejecutada. Por ello cobran mayor valor estos dibujos, localizados en un lamentable estado de conservación tras llevar años arrumbados en un baúl de su casa-taller de la calle San Juan de la Penitencia, expuestos a todo tipo de agentes (cambios de temperatura, suciedad, excrementos de animales) que los fueron deteriorando.
La figura humana de Pascual no termina en la faceta artística, sino que fue un comprometido y visionario empresario, capaz de llevar adelante su taller con decenas de empleados. Como fruto de su compromiso con sus empleados, fundó junto a ocho empresarios toledanos la mutua Soliss en 1933, creada para asegurar a dichos empleados ante posibles accidentes en el desempeño de su trabajo. 87 años después, la Fundación Soliss junto con su matriz Soliss Seguros, rinden homenaje a su más ilustre fundador restaurando estos más de 250 dibujos que pronto serán accesibles en la web de la Fundación Soliss y que ya ocupan un lugar destacado en la sede de la aseguradora y su fundación.